miércoles, octubre 26, 2005

EL COMANDO EN TOLEDO (17-VIII-05)


17 de agosto. Martes. Tras la experiencia tan positiva que supuso nuestro anterior concierto fuera de Aragón, nos disponemos a reincidir, y la cita de hoy es en tierras castellanas, concretamente en las fiestas de Toledo. Así que a las 14h. ya estamos todos los que somos en la furgoneta: Somachi, Pepín, Zate, Prol, Agos, Bitor y el menda. Nacho Juárez va con su coche, y hemos quedado con el en una estación de servicio de Medinaceli, como el cristo.
Tras un buen rato de furgo, dando botes por esa autovía-montaña rusa de Madrid, adelantamos a Nachete, siempre prudente al volante, y al rato paramos a almorzar, en Medinaceli. Después de echar unas bieras y estar a punto de comprar algún casette de gasolinera, reanudamos la marcha. Gun se pasa con Nacho al coche, y Zate toma el volante de la furgo. Y aquí empieza a animarse la cosa.
Tras haber dejao claro que NO hay que entrar en Madrí para ir a Toledo, que hay una circunvalación antes de llegar, y tras decirnos Nacho “Trankis chavales, coño, que soy de Madrid, no os preocupéis”, vemos que cuanto más nos acercamos a Madrid, más interés parece tener el Juárez en perdernos, porque no para de adelantar y hacer maniobras sospechosas, como si no supiera que la furgo se ha propuesto ir a su rueda.

De repente, y ante el mosqueo del Zate, dejamos atrás el desvío pa circunvalar Madrid, y nos vemos inmersos en un notable atasco de entrada a un Madrid infestao de vallas, excavadoras y zanjas. A todo esto un calor elegante, y las seis y pico de la tarde. Así que cuando ya pasamos por segunda vez debajo del Calderón, y vemos el Pardo decidimos tomarlo con humor y empezamos a hacer el alikate gritando por las ventanillas, y le mandamos un sms a Nacho para que nos lleve a la calle Génova, que es lo único que nos queda por ver.

Hasta que por fin descubrimos la salida y enfilamos hacia Toledo, cuando ya hace rato que Tónico nos espera allí. Al llegar, encontramos el recinto del concierto, un recinto ferial tipo Interpeñas, con una carpa con un gigantesco escenario y no menos glorioso equipazo de luces y sonido. Eso sí, aquí el acceso es gratis, no como en Zaragoza....
Así que sin perder un minuto, lo primero que hacemos es arrancar de la pared un tremendo póster de las Supremas de Móstoles, grandes artistas que actúan al día siguiente en el mismo sitio. Y después echamos unas cervecillas que nos han dejao en el camerino, y probamos sonido. Suena todo a las mil maravillas, así da gusto. Tras dejarlo todo preparado, volvemos a montar en la furgo y vamos a echar unas cervecillas y a cenar.

Cenamos, cafeteamos, orujeamos, y al rato volvemos al lugar del bolo. El sitio es enorme, por lo que a pesar de que va llegando gente, tiene una aspecto bastante desangelao antes de tocar. Pero aún falta un rato. Cuando por fin suena la sintonía de Curro, el ambiente ya es otra cosa, no está petao, pero aún hay peña, lo cual ya anima bastante.
Uno a uno, van cayendo los temas, y a la gente parece que le gusta, si bien somos conscientes de que al cantarle el Balbino Pedo a uno de Toledo no es de esperar que se cosque de mucho... No obstante, el alikate de Pepín se había preocupao de investigar y de establecer comparación entre el inigualable Mariano Gabín y una especie de bandido que había por tierras toledanas hace años, por lo que se metieron un poco más en la historia. También dejamos claro en Dispierta Fierro!!! que las espadas de por allí no tienen nada que hacer con las almogábares...
Y casi sin darnos cuenta, se acabó el bolo. Tras vender unos cuantos CDS y camisetas, y recoger todos los zarrios, ya estábamos listos para volver a Zaragoza. Pero entonces nos invitaron los organizadores a echar un traguillo, y no nos podíamos negar. Que se lo digan a Kike...
Y por fin, después de limpiarle los cristales de la furgo al inventor de las Adidas Berzal, y despedirnos de Nacho Juárez y Toño, que se quedaban a dormir allí, y pilotada de nuevo por Zate, la furgo emprendió rumbo a Zaragoza, con sus pasajeros mucho más contentos y risueños que a la ida, cantando gloriosas canciones de plastautores de cuyo nombre no quiero acordarme...
De la vuelta solo reseñar que paramos un par de veces a asaltar gasolineras del hambre que teníamos, y que el último tramo del viaje lo hicimos con Bítor al volante, el cual nos dio una magistral clase de silbidos de currela. Ahh, y esta vez no entramos en Madrid, jeje..
Así que sobre las 7 de la mañana llegábamos a casa, y tras descargar en tiempo record, como siempre que llegamos cansaos, cada uno a su casa a dormir, y muy contentos de haber llevado el mensaje cucarachero más allá de la frontera, nada menos que al escenario donde actuarían después Las Supremas...y Leticia Sabater...es algo que nos llena de orgullo, y nos dio pie a echar muchas risas a lo largo de la jornada

Y nada más...próxima estación.... Artieda!